Escribí este poema luego de sentir uno de los
amores más bonitos y puros de mi vida.
No lo supe conservar entre mis manos, pero su
esencia vuelve cada que un tejate se lleva mi sed
que decanta en cascada
navegar aguas
dudosamente suyas
inciertamente mías
Directo de la flor el néctar succionarse
con lo propio embriagarse
en lo ajeno encontrarse
en el mismo ojo de agua derretirse
Acariciarnos junto a la hoguera
junto a la señora que pide respeto
junto al que se imagina una porno
mientras nosotras repartimos versos
susurrando para que no escuche
aquel voyerista fan del castigo
que para excusar llamamos dios
no sea que se enfade
y le dé por arrancarnos los dedos
o mutilarnos la especie
al grito de ¡bruja!
Aullarle a la luna
que nos escurre entre las piernas
que nos sube la marea
que nos provoca
bailar a la vida
en la vida
con la vida
vida
mía
que me has enseñado
a armarme
a hermanarme
a amarme
con sólo
amar
a
una
mujer.