A mí,
que me atrinchero en el recuerdo
hago un homenaje de cada momento
nombro a los perecidos del miedo
A mí,
que conociendo el nombre de los culpables
los escribo con las letras de la sopa
tarareando una canción interminable
pa'que no quede sin veneno ni una copa
A mí,
que me rechinan los dientes cuando impunes
descansan los autores, y aún disfruten
aquella tranquilidad no merecida
que grandes ladrones caracteriza
A mí,
que sólo me queda
aferrarme al recuerdo
nombre por nombre recitando
cuentas pendientes registrando
A alguien como yo,
no puedes decirle
que el olvido duele menos
cuando suyo ha sido el antagónico
to'la vida.